Las alfombras le dan al hogar un toque cálido muy agradable.
Sin embargo, no todo son ventajas, pues al estar en contacto con el suelo y, por tanto, con zapatos y zapatillas, tienden a acumular mucha más suciedad que otras zonas de nuestro hogar. También tienden a ser buenos hábitats para los ácaros de polvo que, a su vez, pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Pero, ¿cómo debemos limpiarlas para asegurarnos que siempre estén en buen estado y que, al hacerlo, no estropeamos su aspecto?
Tres claves para dejar tus alfombras como nuevas:
- Cuidado con el cabezal. A la hora de pasar la aspiradora por la alfombra, debemos optar por aquel que esté expresamente diseñado para eso o, si no disponemos de él, pasar directamente el tubo del aspirador para evitar desgastarla de forma innecesaria.
- Limpieza semanal. Las alfombras requieren de una limpieza semanal para lucir como nuevas.
- Limpiar las manchas lo más pronto posible: Si deja que pase el tiempo antes de limpiar una mancha en la alfombra, lo más probable es que esta quede permanentemente en ella y retirarla sea más costoso. Apenas note una mancha, retírala para evitar consecuencias peores. Cuando toque recogerla... Aunque nos encantaría tenerlas todo el año, si optamos por alfombras de pelo largo o demasiado invernales, al llegar el buen tiempo es recomendable recogerlas hasta el año que viene. Entonces, es recomendable guardarlas enrolladas en papel de periódico para absorber la humedad.
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